Trece campanadas en Kukl-Land y ella salió corriendo tan rápido como se la llevo el viento. Quise alcanzarla pero me llevaba trescientos pasos de ventaja, no grité porque ya era tarde, desapareció en la distancia.
Me gustaría saber a dónde va, quién la cita a hora exacta, quién ocupa su mente a cada instante, para quien son esos sonidos pequeñitos, leves susurros que salen de sus labios, acompañados de una sonrisa.
¿Sera por "El" que ha encarcelado esos demonios en su cabeza?, los vi el otro día a través de sus ojos, gritando desesperados por escapar.
Ojala fuera por mí por quien corriera a llegar temprano. Seria genial que yo ocupara su mente,y que esos sonidos pequeños fueran mi nombre repetido como un mantra eterno.
Me gustaría asistir al momento en que no pueda más contener esos locos demonios, que a través de sus ojos ven el mundo y aúllan desesperados por salir a jugar; al segundo exacto que en una explosión orgásmica, mental y demoniaca quede vacía por completo. Entonces yo tendría la oportunidad de entrar en ella y que lo s míos borren todo recuerdo de “El”.
¡Qué corra por mí!
¡Qué piense en mí!
¡Qué cante mi nombre!
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